Nuestro Almafuerte
Por Norma Dato
Pedro Bonifacio Palacios, quizás sea el poeta más querido por los platenses, incluso por aquellos que nunca tuvieron la oportunidad de conocerlo personalmente. Autodidacto, fue periodista, maestro de escuela sin título por lo que tuvo que dejar la docencia. Si bien existía un reglamento por el cual se otorgaba el título a todo aquél que se había dedicado a la enseñanza por más de 10 años. El los cumplió con creces pero no se lo dieron. Muy caritativo y piadoso, centro de un hogar muy humilde con cinco chicos adoptados, a los que crió y educó con mucho sacrificio.
Llegó a La Plata en 1887, luego de trabajar en distintos menesteres y ya, desde un comienzo, sus columnas periodísticas, a fuerza de ser altamente agresivas, le cosecharon odios y envidias a granel...." no agredí a ninguno que no estuviera en condiciones de contestarme con una onza de plata en la mitad del pecho"-decía. Y así fue siempre, incluso en sus innumerables poesías, que aún perduran en la memoria del pueblo. Las Evangélicas marcan un sendero ético de conducta, son reflexiones:
"No te preocupes por la murmuración. No seas ciudadano correcto e inofensivo, sé hombre útil y azotador de inútiles y perjudiciales".
"Subir, ascender, prosperar, que tu vida sea una vida y no un fenómeno cerebral".
"Un instante de pie sobre tu propia miseria, vale más que una vida de hartura, arrastrado de rodillas."
Para Almafuerte la poesía no era un hobby sino un arma contra la injusticia y la mediocridad, palabras que encerraban una gran vitalidad y, muchas veces bronca. Para el no existían el "laisser faire" o "por algo será", investigaba y, si era necesario, usaba sus escritos como latigazos. Cuando muere en Febrero de 1917, una ola humana se concentró frente a la Municipalidad, donde lo velaban El amor de su pueblo fue la mejor ceremonia. ¡Piu avanti maestro, piu avanti ¡
"No te des por vencido ni aún vencido
no te sientas esclavo ni aun esclavo,
trémulo de pavor, siéntete bravo
´ y arremete feroz, ya malherido."
------------------------
"Procede como Dios que nunca llora
´ o como Lucifer que nunca reza
o como el robledal cuya grandeza
necesita del agua y no la implora..."
Por Norma Dato
Pedro Bonifacio Palacios, quizás sea el poeta más querido por los platenses, incluso por aquellos que nunca tuvieron la oportunidad de conocerlo personalmente. Autodidacto, fue periodista, maestro de escuela sin título por lo que tuvo que dejar la docencia. Si bien existía un reglamento por el cual se otorgaba el título a todo aquél que se había dedicado a la enseñanza por más de 10 años. El los cumplió con creces pero no se lo dieron. Muy caritativo y piadoso, centro de un hogar muy humilde con cinco chicos adoptados, a los que crió y educó con mucho sacrificio.
Llegó a La Plata en 1887, luego de trabajar en distintos menesteres y ya, desde un comienzo, sus columnas periodísticas, a fuerza de ser altamente agresivas, le cosecharon odios y envidias a granel...." no agredí a ninguno que no estuviera en condiciones de contestarme con una onza de plata en la mitad del pecho"-decía. Y así fue siempre, incluso en sus innumerables poesías, que aún perduran en la memoria del pueblo. Las Evangélicas marcan un sendero ético de conducta, son reflexiones:
"No te preocupes por la murmuración. No seas ciudadano correcto e inofensivo, sé hombre útil y azotador de inútiles y perjudiciales".
"Subir, ascender, prosperar, que tu vida sea una vida y no un fenómeno cerebral".
"Un instante de pie sobre tu propia miseria, vale más que una vida de hartura, arrastrado de rodillas."
Para Almafuerte la poesía no era un hobby sino un arma contra la injusticia y la mediocridad, palabras que encerraban una gran vitalidad y, muchas veces bronca. Para el no existían el "laisser faire" o "por algo será", investigaba y, si era necesario, usaba sus escritos como latigazos. Cuando muere en Febrero de 1917, una ola humana se concentró frente a la Municipalidad, donde lo velaban El amor de su pueblo fue la mejor ceremonia. ¡Piu avanti maestro, piu avanti ¡
"No te des por vencido ni aún vencido
no te sientas esclavo ni aun esclavo,
trémulo de pavor, siéntete bravo
´ y arremete feroz, ya malherido."
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"Procede como Dios que nunca llora
´ o como Lucifer que nunca reza
o como el robledal cuya grandeza
necesita del agua y no la implora..."
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