miércoles, 4 de junio de 2008

Su tierra convertida en ladrillo


Aportes a la construcción de la nueva capital
El corazón de Ringuelet se transformó en ladrillo, para dar forma a edificios centenarios, no solo en la ciudad de La Plata sino también en otras latitudes. A través de la fábrica Ctibor, la lomada existente a la vera del arroyo del Gato se fue transformando en panes colorados, que apilados por los grandes constructoresle dieron forma a numerosos edificios públicos de la capital naciente.
Ctibor posiblemente sea la única firma centenaria entre las industriales de la construcción con capitales nacionales y que continúa en manos de los mismos dueños. Actualmente, en su conducción participan la tercera y cuarta generación de la familia que la originó en 1905. En el comienzo de su trayectoria, Ctibor proveyó obras como la Catedral de La Plata, los principales edificios públicos del país, los docks de lo que hoy es Puerto Madero, las bóvedas de los primeros subterráneos de Buenos Aires y el faro de Puerto Deseado en Santa Cruz.
Hace 103 años Francisco Ctibor quien había estudiado ingeniería en Alemania y trabajado junto al equipo de Gustave Eiffel en la construcción de la Torre Eiffel, el Canal de Panamá y los puentes que hoy unen toda Europa, ganó la licitación internacional para construir en La Plata un conducto maestro que corría por debajo de la calle 66 hasta el río operando como desagüe pluvial de la ciudad y compró una fábrica para afrontar la preparación de los millones de ladrillos que demandaría la obra.
Al término de la misma, firmó un contrato con el gobierno en el que se comprometió a continuar con la producción y entregar un total de 10 millones de ladrillos anuales para abastecer la gran cantidad de obras públicas que construía el Estado en esos años. Para esto, instaló nuevos secaderos, un horno y máquinas que eran accionadas por una caldera a vapor junto con las oficinas, las casas para los operarios, el almacén y la comisaría llegando a tener 250 empleados en su momento de mayor auge.
Entre otras obras destacadas, construyó la Catedral de La Plata -de ladrillos rojizos a la vista- que actualmente es la más importante de Latinoamérica y abasteció los túneles abovedados para los subterráneos y los puentes que llevaban el ferrocarril a lo largo y ancho del país.
En 1998, frente a la necesidad de ampliación y actualización de las tecnologías de producción, la empresa se trasladó al Parque Industrial de La Plata, sobre el Km. 55 de la Ruta 2. Sobre un predio de 5,5 hectáreas y con una superficie cubierta de 10 mil m2 se levantó una planta industrial dedicada exclusivamente a la producción de ladrillo hueco ya que la firma había dejado de producir macizos desde los años sesenta, acompañando las tendencias de la construcción en Argentina.
El Ing. Jorge Ctibor -quien desde 1978 representa a la tercera generación de directivos- destaca: "Este proceso de renovación aun continúa y, entre 2004 y 2008, se han iniciado los trabajos para aumentar la superficie de la planta a 12.300 m2, incorporando tecnología italiana y maquinarias de secado y horno que completan una nueva línea de producción. Las nuevas instalaciones, cuya finalización está prevista para julio de este año, nos permitirán alcanzar un incremento de la producción mayor al 50 por ciento con respecto a la década anterior. En la actualidad, Ctibor cuenta con un plantel de 70 empleados directos a los que se suman casi 300 tercerizados y su zona de influencia abarca La Plata y sus alrededores, el conurbano bonaerense, la Costa Atlántica hasta Bahía Blanca y el interior de la provincia de Buenos Aires.
Entre las últimas novedades de la empresa, Jorge Ctibor se refiere con orgullo a un anhelado proyecto de los últimos dos años. Se trata del Museo del Ladrillo, ubicado en la antigua planta fabril , cuyas antiguas chimeneas fueron declaradas como patrimonio histórico.
"Las obras de restauración y reciclaje de las oficinas y refuncionalización como museo se iniciaron en 2006. El recorrido hará foco especialmente en el período que abarca desde mediados del siglo XIX, cuando comienza la industrialización en Europa, hasta la actualidad, exhibiendo la tecnología que se utiliza a nivel mundial. Además, se expondrán maquinarias antiguas".
a crecer- por el checo

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