martes, 4 de agosto de 2009

Manos mágicas


Las armas, una pasión de toda la vida
Néstor López cuenta con una habilidad especial y a lo largo de su vida supo explotarla para dar rienda suelta a su pasión de restaurar diversos tipos de armas y realizar réplicas perfectas.
Muchos de sus trabajos están orientados a recuperar piezas arrumbadas y olvidades, que con mucho trabajo vuelven a lucir como nuevas, más de un siglo después de haber sido creadas. Siempre sostuvo que su meta es darle a cada pieza el aspecto que el artesano que la creó le proporcionó antes de entregársela a su dueño, cuidando cada uno de los detalles.
No es un obsesivo por el trabajo y reconoce que para iniciar cualquier trabajo tiene que sentir ganas de hacerlo. "Una vez que empiezo algo, puedo estar todo un d{ia trabajando sobre la pieza, pero es fundamental tener ganas y sentirse inspirado", nos dijo.
Vimos uno a uno los sables, los cascos de las distintas fuerzas y las réplicas de las armas antiguas y son verdaderas obras de arte, dignas de ser admiradas.
¿Como nace la pasión por la colección de elementos militares?
Cuando sos pibe, te gustan las armas y todo el mundo desconocido de lo militar. Y a través de la historia, me quedó la curiosidad de cómo había hecho Fray Luis Beltrán para armar a los 15 mil hombres que integraron el ejército con el cual San Martín cruzó los Andes. ¿Cómo un cura iba a encabezar semejante tarea? Y la respuesta era sencilla. En esa época no todos tenían los conocimientos necesarios. Se necesitaba una cierta instrucción a la cual muy pocos tenían acceso y precisamente los curas integraban ese círculo privilegiado.
Yo me preguntaba como había hecho Fray Luis Beltrán para diseñar las vainas, los sables, darle el temple a los metales, construir los cañones. Fue una pasión que tuve desde chico y eso me fue acercando a este mundo. El sable corvo de San Martín lo hice un montón de veces en todo tipo de materiales, hasta que finalmente pude armar con mis propias manos una réplica exacta del sable corvo que fue adquirido por San Martín en su estancia en Londres, poco después de dejar España y antes de embarcarse a Sudamérica. La imagen del sable la bajé de Internet y lo copie. El original lo tienen en custodia los Granaderos, luego que fuera robado de la Catedral Metropolitana.
¿Qué fue lo primero que hiciste?
El primer paso fue restaurar armas viejas, para después copiarlas. Sobre la misma arma, tratando de respetar los materiales usados, fui buscando devolverle el brillo y la prestancia que le había dado el artesano que la fabricó. La idea era dejarlo lo más original posible y si algo estaba roto, podrido para el caso de la madera o faltaba, lo hacía. Para el caso de los sables, lo mismo. Muchas veces, me he encontrado con piezas que estuvieron enterradas y hay que limpiarlas, quitarle el óxido y restaurarlo.
Un volumen de una Guía de Armas antiguas de origen español y una enciclopedia de armas de procedencia norteamericana, forman parte de los libros de consulta de Néstor López, en donde se reproducen imágenes de todas las armas de los más diversos orígenes y edades cronológicas, y se detallan los distintos mecanismos de funcionamiento.
¿Cómo te llega el material?
Con el tiempo la gente se fue enterando y te va trayendo cosas. Algunos quieren que se los restaure, otros te lo regalan porque no les interesa tenerlo o los venden. Así llegaron a mis manos un montón de cosas que forman la colección integrada básicamente por espadas, sables, cascos y réplicas de armas de fuego, copiadas en todos los detalles en su aspecto exterior, pero que carecen del mecanismo de disparo.
En cuanto a los sables tengo uno original de cada fuerza, algunos del siglo XIX. Las gorras también de representan a cada fuerza. Tengo uno del Regimiento de Caballería, otro de los Granaderos a caballo con el mascarón original de bronce. También tengo un casco de la Policía de 1900 de paño endurecido y el pico en el centro. No hay muchos originales de estos cascos, ni siquiera en la fuerza.
Dicen que hiciste una réplica de un mosquete tomando imágenes de una película?
Si, en la película El Patriota que protagonizó Mel Gibson. Hay una escena en donde un mosquete aparece en primer plano. Bueno, congelé la imagen y eso me permitió sacar todos los detalles y las medidas del arma para poder replicarla. Parece una escena filmada especialmente para que se pueda copiar el arma, porque se refleja cada paso de cómo carga y como tira, además de cada parte del mecanismo del disparador.
A qué aspiras a llegar?
Sigo coleccionando, es difícil tener nuevas piezas, pero siempre se presentan oportunidades de conseguir algo. Mi idea es armar una sala para poder exponer todos los elementos que tengo un tanto desperdigados entre el taller y mi casa.

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