viernes, 25 de junio de 2010

Desempolvando libros


Resurgir de

la biblioteca

de Villa Rivera

La biblioteca Domingo Faustino Sarmiento, dependiente del Club Villa Rivera, está en un franco proceso de actualización y a la vez abre las puertas a la comunidad, no solo realizando convenios con escuelas, para que sus alumnos concurran a sus instalaciones de calle 3 entre 522 y 522ª, sino también proponiendo diversas actividades.

Para conocer el presente de la biblioteca dialogamos con su encargada Guillermina Nery, que desde hace un año y medio, se encuentra a cargo de la misma.

"La biblioteca estaba un tanto venida a menos por los problemas edilicios y por falta de modernidad. En estos momentos hay un compromiso de las autoridades del club de levantarla. Mientras tanto, desde que llegué, he inventariado unos 23 mil ejemplares, pero el problema es que aquí todavía se trabaja como antaño, con fichero y no disponemos de una computadora para agilizar la tarea. Estoy luchando para conseguir una, pero a su vez otro de los objetivos es modificar la clasificación de los libros, para adecuarlo a criterios modernos. Eso es un trabajo que cuesta mucho, sobre todo si no se tienen los elementos necesarios".

El club tiene unos 7.259 socios, aunque los padrones no están depurados, que con una cuota de 5 pesos tienen derecho a utilizar los servicios de la biblioteca. En sus estanterías, se encuentran un muy rico material y "día a día voy descubriendo cosas muy interesantes, que a pesar del paso del tiempo, no pierden su valor", dijo la bibliotecaria.

Los alumnos de las escuelas de la zona no se acercan demasiado, pese a que hay buena bibliografía y en abundancia. "De todas maneras hemos visitado escuelas para informarle a los docentes la bibliografía que disponemos y como respuesta hemos recibido a grupos de alumnos de la Escuela 89 y del Colegio Santa Lucía que vienen a buscar material para sus investigaciones. Además hay un grupo de chicos que habitualmente usa la biblioteca para hacer su tarea diaria". Para ello, se dispone de una sala especial, destinada a la bibliografía juvenil.

Hoy por hoy, la biblioteca se alimenta con donaciones y ejemplares que compra la Comisión Directiva del club. En tanto, la idea es ir incorporando cursos para darle mayor movimiento a la biblioteca como plástica para niños y adultos o un taller literario, entre otras cosas.

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