martes, 6 de septiembre de 2011

Sensación, solo sensación, de inseguridad


La escuela de la calle
La tentación de almorzar “un especial de jamón y queso”, pero bien cargado, para no distraerme de la rutina, me llevó a parar en un comercio de una zona muy transitada de Tolosa, allí donde entran y salen de la ciudad cientos de vehículos.
Cuando entré al negocio, solo tenía en la mano la llave de la moto, que había dejado sobre la vereda, cerca de la esquina, pero antes debí dejar pasar a dos chicos que salían con paso presuroso.
No recuerdo de que forma se alejaron del lugar, pero al ver al comerciante, me dí cuenta enseguida de lo que había pasado, más cuando me recibió con un “así no se puede seguir trabajando”. El resto, lo de siempre: eso que muchos dicen que es solo una “sensación”.
Camino a casa, me pregunté de donde conocía esas caras adolescentes que me había cruzado, mientras revivía la escena, en donde uno de ellos se acomodaba algo entre la ropa, luego de clavarme una profunda mirada.
Y recordé a esos chicos que hace unos 8 años atrás pedían monedas en el semáforo de 7 y 32. Eran esos mismos pibes, que tiempo después vendían flores en 13 y 32. Sin dudas, la escuela de la calle ya les había otorgado el master y ahora ya eran profesionales o por lo menos estában haciendo la práctica para llegar a ello.

No hay comentarios: