Para el recuerdo

Evolución del transporte

en Tolosa

Por Anibal Roberto Banfi
Museólogo
Varias ediciones atrás de la Revista Tiempo se publicó una nota sobre los tranvías en Tolosa, muy interesante por cierto, a la que quería agregarle algunos detalles, refiriéndome a la historia del transporte en la localidad, desde sus albores.
Sabido es que Guillermo Rifourcat, uno de los primeros habitantes de lo que luego se llamaría Tolosa, se instaló en 1866 con una gran tropa de carros, de las cuales se sirvió en señor Martín Iraola para transportar arena desde la zona de 8 y 514, en donde había una cantera de conchilla del señor Ventoso. Desde el puente que unía las dos márgenes del arroyo del Gato, la carga iba hasta plaza Moreno, para construir el camino que iba a utilizar la comitiva oficial que llegaría para la inauguración de la ciudad de La Plata. Los carros recorrían la calle 1 desde 528 hasta 51 y por esta subían hasta la plaza.
También transportaban, junto con carretas que pertenecían al señor Iraola, los eucaliptos enviados por el señor Pereyra y que se colocaron a lo largo de todo el camino. Rifourcat vivía en 32 Nº 193 entre 115 y 116.
La Bella Ensenadera
Como las diligencias del viejo oeste americano, comenzó a unir el Hotel de las Naciones en Ensenada con la zona de Barracas, en un viaje de seis horas. Hacia un viaje semanal y desde lejos se veía llegar a la Galera envuelta en una nube de polvo por el Camino Blanco, pero cuando llegaba la lluvia, las ruedas se enterraban en el fango blanco hasta los ejes. Era tirada por 10 caballos y transportaba pasajeros, correspondencia y carga liviana. Era dirigida por un mayoral, que se ubicaba en el pescante, y hacía sonar la corneta cuando llegaba a una posta o pueblo. Dos o tres postillones, conducían las cuartas delanteras y eran los encargados de ayudar cuando se debía repechar una cuesta o trasponer un terreno escabroso.
La Bella Ensenadera fue el primer transporte público, que se anticipó en seis años al tren. En poco tiempo florecieron nuevos emprendimientos con nombres sobradamente pintorescos como Sueños de la Mañana, Ninfas del Plata, Lucero del Sur, Brisas del Desierto, El Despertador, Júpiter furioso y El Relámpago.
El tranvía
En julio de 1884, se presentó al gobierno en señor Manuel Giménez, proponiendo la construcción de una línea de tranvías que partiendo del arroyo Dona Flora y tomando el Camino Blanco, llegara hasta Tolosa. Aprobado el recorrido de la primera línea de tranvías y construido con celeridad se nombró a Carlos Thinoby como gerente de la Compañía de Tranvías La Plata – Ensenada.
El recorrido era el siguiente: 65 entre 6 y 7, por esta hasta plaza Italia, por diagonal 74 hasta 2; por esta hasta 528 y 1, por donde volvía a diagonal 74, que subía a 4 para girar hasta 44, iba hasta 7 y por esta hasta 50, para luego tomar 6 y subir hasta el punto inicial. El proyecto nunca pudo incluir la llegada hasta el arroyo Dona Flora.
La estación estaba ubicada en 7 entre 64 y 65, en los terrenos que luego ocuparon el corralón Antola y Boy Scout Don Bosco. Al lado de la estación estaba la herrería donde se herraban los caballos que se utilizaban para tirar el tranvía y también estaba el comercio de Víctor Emilio Miche, descendiente de los fundadores de Tolosa.
Fueron figuras características de aquellos días los servidores de la empresa llamados “el gran cornetista “Robot el jorobado” como amigablemente se lo llamaba; “el Negro Faustino” que ejecutaba tangos con su corneta (entre ellos, El Choclo, El Incendio, etc). También era una figura conocida el guarda Angelo, un anciano que siempre llevaba un buen número de chicos colados; el Gran Látigo Arias, que vivía en 528 y 123.
Pero todo lo pintoresco terminó con la electrificación de los tranvías, que tuvo lugar el 4 de marzo de 1910, inaugurándose también la nueva Terminal ubicada en 4 entre 41 y 42.
Llegó el Bondi
La línea 20 nació el 15 de febrero de 1936. Fue fundada por Francisco Gallardo, que posteriormente la transfirió a los hermanos Valente. Su primer Terminal estuvo ubicada en 116 entre 528 y 529 de Tolosa, donde se realizaba mecánica, mientras que la chapa y pintura estaba a cargo de Flores, en 528 entre 3 y 4.
Su primera (y pequeña) flota contaba con cuatro unidades del tipo colectivo, que alcanzaban para brindar el servicio. El chofer estaba al volante 10 horas diarias y su recorrido constaba de 2 ramales diferentes. El primero discurría por calle 1 y 528 (Tolosa); de allí por 528, 117, 530, 115 bis, 32, 116, Diagonal 80 (Est. Ferrocarril), 50, 7, 54, Diagonal 79, 4, 69 (Hospital Policlínico Gral. San Martín), 117, Diagonal 73, 72, 122 hasta 80.
Más tarde este ramal fue extendido hasta Camino a Magdalena y 105. Cabe aclarar que el recorrido de vuelta se efectuaba por las mismas calles.
El otro ramal se bifurcaba en el cruce de las calles 1 y 69 (Hospital Policlínico Gral. San Martín) tomaba por 1 hasta 72 y luego Camino de Cintura hasta 7 y, por ésta, llegaba hasta Diagonal 80. El regreso no ofrecía variantes.