lunes, 6 de agosto de 2012

El ensanche de la 511

Un objetivo de los vecinos

El crecimiento de Ringuelet y también el de localidades vecinas, obligan a adecuar las arterias troncales, que sirven de unión por haber sido adoptadas como vía de circulación de vecinos, servicios de pasajeros y vehículos de carga.
Así como hace más de una década atrás, la avenida 7 pedía a gritos su ensanche y se logró, cambiándole la cara a parte de la localidad, ahora la 511 necesita imperiosamente una adecuación dado el intenso tránsito que soporta.
De doble mano, es la arteria elegida para unir la avenida 7 con el Camino Centenario, pasando por la misma todos los servicios de la línea Norte, además de transportes de carga.
Lamentablemente, en las últimas ediciones del presupuesto participativo, se impulsaron obras de ensanche como la avenida 514, que por más que beneficie a quienes asisten al colegio La Anunciación, nunca llegará a absorber –de no mediar cambios drásticos en la circulación—, todo el flujo vehicular que soporta la 511, que además de su estrechez, cuenta con la circulación en ambos sentidos.
El estacionamiento vehicular en forma desordenada y sobre ambas manos, contribuye a generalizar las dificultades para circular y aumentar la peligrosidad, especialmente para los transeúntes. Muchas veces, sobre todo si son vehículos de gran porte, deben esperar turno para pasar, cuando viene tránsito de frente. En estas situaciones, la “ley del más fuerte”, es un ingrediente que incrementa el mal humor de los conductores.
En el cruce con 12, donde se encuentra un Jardín de Infantes, el nudo vehicular a las horas pico parece de difícil solución, dada la confluencia de autos estacionados y de los 4 sentidos de circulación y del paso del transporte público de pasajeros, cuyas unidades parecen desproporcionadas teniendo en cuenta la estrechez de la cinta asfáltica.
Otro problema se genera en la esquina de 10, ya que desde el norte vienen los que anticiparon su giro a la izquierda desde el Centenario a 508 e intentan meterse en la 511, usando la conexión construida durante la administración Bávaro, provocando un tapón para los que quieren salir de la misma.
La idea de los vecinos es tomar parte de las veredas para ensanchar la cinta asfáltica y además dotar a la arteria de otras medidas de seguridad, para facilitar además el cruce peatonal.
Roberto Lafrazia, referente vecinal, señaló que además del ensanche, la obra podría llegar acompañada por mejoras en la iluminación, con la colocación de nuevas farolas y forestación. También se colocaría una cámara de video a la altura de 10, para complementarse con las que están sobre 7 y 13. Según Lafrazia, esta obra traería aparejado mejoras notarias en materia de seguridad vial, pero además jerarquizaría una importante zona comercial de Ringuelet.
“Sabemos que es difícil, pero también lo era hacer la avenida 7 y se realizó», dijo Lafrazia. Todo ingresaría en el próximo presupuesto participativo, en donde además se pediría un gomón para utilizar el posibles inundaciones, con lo cual se sentaría las bases para contar con un destacamento de defensa civil en la zona.


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