sábado, 3 de octubre de 2015

Polilla y Ramón, mano a mano.

¡Ramón, Ramón, tengo la excusa perfecta! ¡Hola, Cómo te va, tanto tiempo! Me parece que se saluda, ¿no? Si, si. Tenés razón. Perdoná. Es que estoy re entusiasmado. Ya no me van a poder decir nada si ando tomando unas cervecitas por ahí. Leí en Clarín que la birra tiene 8 aplicaciones desconocidas, además de compartirla con amigos. ¡No me jodas Polilla! Que para jodas, con las elecciones en Tucumán, tenemos bastante. Nooo, Ramoncito. Es la pura verdad. El pasquín monopólico dice que la milenaria cerveza, infaltable en toda celebración, funciona además como un champú muy nutritivo; quita a la perfección las manchas de vino; combate dolores de garganta, insomnio, dolor de estómago o dolores de cabeza; la usan los mejores chefs como ingrediente de cocina; saca brillo a ollas y sartenes metálicos; combate los insectos; suaviza la piel y revitaliza la madera. Te parece poco. Ahora, cuando me sientan un olorcito a malta, tengo la excusa perfecta: me acabo de bañar o vengo de lustrar los muebles. ¿Qué tul? ¡Ja! Vos tendrías que ser político. Tenes una habilidad bárbara para disfrazar la realidad, aunque muchos no resisten el archivo y si me apuras un poco, te digo que hay algunos que se contradicen cada vez que abren la boca. Y bueno. Tomalo con soda Ramón. Ya falta poco. Un par de meses y guardan violín en bolsa y si tenemos un poco de suerte, tal vez todo se termina en octubre. ¡Uy!...¡uy! Me hiciste acordar Polilla. Ya estamos en octubre y viene el día de la madre. Otra vez viene toda la familia a pasarla con nosotros. Somos como 18 a la mesa y estoy pensando si paso la gorra a los postres o sacar un crédito, porque para alimentar tantas bocas el gasto no baja de las 3 lucas, si es que alguno e los invitados se juega con aportar el postre. ¡Y bueno, pero quedás de diez con la patrona! No. En eso no hay problema y vos sabés que me la juego siempre. A lo que voy es lo que han subido las cosas. Un kilito de costilla te lo cambian por un Evita y los sandwichitos de miga, que antes abundaban, ahora te salen 500 mango el centenar. Sumale la birra y el tinto y la gaseosa para los nenes. Y para la ensalada, te sale más barato usar dólares que lechuga. Casi casi es mejor hacerte un viajecito y pasear por algún lado que darles de comer a la familia.

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